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jueves, 23 de junio de 2016

Haciendo cerveza (Parte 2. Fabricación con Kit)


            Ya conocemos cómo funciona esto de la cerveza. Ahora vamos a fabricarla. Afortunadamente hoy en día existen unos kits de fabricación de cerveza casera con todo lo necesario para iniciarse en este noble arte. Suelen ser asequibles (entre 50 y 100 euros http://www.hacercerveza.es/) y además las casas que los venden, proveen de todo lo necesario para hacer una gran variedad de cervezas de todo el mundo.
            Decir que nos proporcionan una gran parte del trabajo hecho. Cuando empecé pensé que esto del kit sería un paso inicial para posteriormente hacer la cerveza partiendo de las materias prima básicas (cebada, lúpulo, levaduras, extractos de malta, azúcar, etc) por separado, pero casi nos va a traer más cuenta adquirir los ingredientes en jarabe ya preparado con el extracto en mosto de la variedad que elijamos, no solo porque el precio no varía mucho, sino porque tenemos la garantía de una buena mezcla de ingredientes que siempre podremos enriquecer con nuestra experiencia y gusto personal. Existen marcas que comercializan montones de variedades de cerveza a precios asequibles. Marcas como Thomas Coopers, Brewferm, Hambleton Road, Better Brew etc.
            La última cerveza que estoy fabricando es la IPA de Thomas Cooper. Las siglas corresponde a India Pale Ale. Es una cerveza inglesa que se fabricaba en la India. Con la lata de 1500 gramos aproximadamente se pueden fabricar 23 litros de cerveza. Yo suelo comprar agua embotellada de manantial, ya que la del grifo contiene cloro que es un químico no deseado en la elaboración de cerveza.
            Para empezar, el problema que se puede plantear es la desinfección. La cerveza fabricada con estos kits es muy vulnerable a la contaminación. Por eso hay que limpiar y desinfectar todo lo que esté en contacto con la cerveza antes, durante y después de la fabricación. En el kit vienen desinfectantes y herramientas para limpiarlo todo.
            Partimos del jarabe ya hecho. Eso quiere decir que sólo habrá que hidratarlo y posteriormente fermentarlo. Para ello, es fundamental controlar las temperaturas. Ponemos 3-4 litros de agua a hervir, y simultáneamente calentamos la lata con el jarabe al baño maría. Este líquido es muy espeso y así facilitamos que salga del bote. Hervimos también un vaso de agua y lo apartamos para que se enfríe. 
           Aquí hidrataremos la levadura. La temperatura del agua antes de aportar la levadura no debe superar los 25ºC. Si es mayor, la levadura morirá y no se iniciará el proceso de fermentación.
            Reservamos la levadura tapándola con un plástico para evitar que se contamine. Tendrá que estar hidratándose al menos 10 minutos.
            Cuando el agua esté hirviendo, echaremos el mosto, y añadiremos 300 gramos de azúcar moreno y 500 gramos de extracto de malta seco. Esto es un aporte de glucosa extra. El objetivo es aumentar el contenido alcoholico.
            Dejamos hervir de 5 a 10 minutos sin dejar de revolver y apartamos del fuego.
            En el depósito de fermentación al que habremos añadido unos 6-8 litros de agua, echamos la cocción aireándola bien y agitando enérgicamente. 
            Añadiremos más agua hasta llegar a los 23 litros. Pero aquí reside otro problema. A la cocción que se encontraba hirviendo, habrá que reducirle la temperatura por debajo de los 25 grados antes de aportar las levaduras y este proceso debe ser lo mas corto posible. 
            Si estamos revolviendo los 23 litros durante más de 20 minutos, tenemos muchas posibilidades de que se contamine, y ya será inútil fermentarlo. Así que lo ideal sería añadir agua fría o incluso hielo para que en el menor tiempo posible se reduzca la temperatura.
            A continuación se añade la levadura, removiendo enérgicamente para que se mezcle bien. Seguidamente taparemos el fermentador y colocaremos el AirLock, es decir el burbujeador. Añadiremos un poco de agua al airlock y unos granitos de desinfectante, para permitir que salga el dióxido de carbono e impedir que pueda entrar oxígeno en el fermentador.
            Haremos una medida de la densidad inicial. Nos ha marcado 1035 que equivale a un 4% de posible graduación alcoholica (ahora es glucosa). Cuando termine la fermentación haremos otra medida que deberá estar entorno a los 1006, que equivaldrá a sumar 2% a la densidad inicial. 
Pero eso ya lo mediremos cuando termine la fermentación que tardará posiblemente entre 4 y 7 días. Hasta entonces estará burbujeando.
           


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