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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Berenjena de Almagro

    Las berenjenas en general son muy recomendadas para las dietas de adelgazamiento por su contenido en fibra y sus pocas calorías, además de que son agua en un 90%.
    Son buenas para la circulación, reducen el colesterol y eliminan las grasas ingeridas de otros alimentos y son un potente antioxidante.
    Proceden de la India, y fueron introducidas en España por los árabes. Luego nosotros nos encargamos de difundirlas por toda Europa. Existen muchas variedades, y en alguna ocasión trataremos de otra variedad, pero ahora nos centraremos en la berenjena de Almagro.
    Es, al contrario que el resto de las variedades, muy pequeña, por lo que el rendimiento de cada planta es bastante escaso. Podemos empezar el semillero hacia Enero, y para finales de Febrero o principios de Marzo tendremos los plantones. Los pasamos al caballete a una distancia de 40 cm. Tras la siembra, la planta tiene un período de retardo en el crecimiento de unos 15 días. A partir de entonces, la planta empieza a desarrolar tallos de color azulado y hojas grandes, verdes y peludas, para continuar con unas flores violeta-azulada preciosas, cuyo cáliz es la propia berenjena.

    Cuando la flor se seca y la berenjena tiene unos 4-5 cm es el momento de cosecharlas. Si las dejamos más tiempo se ponen duras y se merman en la propia mata.  Se cortan con la tijera de podar y con cuidado porque tienen pinchos.
    Las berenjenas son muy perecederas. No agunatan ni 5 días en el frigorífico y dentro de una bolsa plástica. Por lo que es conveniente cocinarlas lo antes posible.

    La berenjena de Almagro se consumen casi exclusivamente en vinagreta, y son un aperitivo delicioso. En cuanto a la forma de hacerlas hay distitos estilos, pero yo voy a describir la manera en que las hacía mi padre:
    Se pone al fuego agua con un una hoja de laurel. Cuando está hirviendo se añaden las berenjenas. Solo un hervor (pinchando con un tenedor vemos la textura. Mejor que queden duras que blandas). Se apartan y se deja que enfríen. Se prepara un machado de ajo, cominos y sal. Se les da un tajo en la panza de la berenjena sin terminar de separar las dos mitades. Se unta enmedio un poco del machado, y se le mete un trozo de pimiento asado, atravesandola con un palo de hinojo para mantener cerradas las dos mitades. Una vez  rellenas todas con el machado, se van colocando en un recipiente. Se bañan con el caldo de haberlas cocido y se le añaden los restos del machado, un chorro de aceite, un chorro generoso de vinagre y otro poco de sal. Se deja macerar en la nevera durante 24 horas. Aquí el resultado.

    Otras recetas cuecen el machado junto con las berenjenas con lo que no hay que esperar a que "se tomen", incluso algunas recetas le ponen pimentón, pero yo las prefiero como las he descrito.
    Una vez hechas, aguantan en el frigorífico al menos una semana. Tradicionalmente se han preparado en conserva casera (es decir, en un bote de cristal, al baño maría y cerrandolo herméticamente), pero aunque se que esta práctica es ancestral, yo no soy partidario de ella. No me fío de la bacteria botulímica (En otra ocasión hablaremos de ella).

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