¿Qué diríamos
   de un ramo de flores con este color?
           
   Estaría a la altura de
   cualquier ramo de lirios, y sin embargo se trata de la flor de la
   berenjena de Almagro.
           
   Esta otra nos recuerda a la de la
   judía verde, y es de la misma familia. Son unas judías
   blancas llamadas Ganxets de Reus –haremos alguna entrada
   sobre ellas-.
           
   Esta extraña que parecen
   las alas de una mariposa blanca son las flores de las judías
   carillas.
           
   La flor del melón, casi
   idéntica a la de los pepinos –alguna que otra vez
   hemos confundido las matas, con la sorpresa de tener un melonar en
   lugar de un sembrado de pepinos-.
           
   La de la sandía, se parece
   a la del melón, pero tiene un tono más pálido
   y es difícil verla totalmente abierta.
           
   Y por último la del
   pimiento, con pétalos blancos y pequeños en
   comparación con el cáliz.
El
   misterio de los calabacines trompeteros.
           
   Últimamente, todos los años
   nos surge la pregunta. ¿Por qué no engordan los
   calabacines, se quedan pequeños y se secan?. 
   
           
   Después de un montón
   de investigaciones y experimentos, he llegado a la conclusión
   de que este problema está relacionado con la polinización.
   Las calabacineras producen dos tipos de flores, es decir, tienen
   lo que se llama dimorfismo sexual de la floración. Las
   flores masculinas, también llamadas androceos, que
   contienen los gametos masculinos y las flores femeninas o
   gineceos. 
   
           
   Para que se produzca la
   fecundación se necesita que las dos flores estén
   abiertas al mismo tiempo y los insectos puedan transitar de una a
   la otra. Esto no es tan sencillo que ocurra, pues la flor se
   marchita en un par de días. Si no existe esta coincidencia,
   la flor femenina quedará infecunda, y el calabacín
   incipiente se secará.
           
   En ocasiones la fecundación
   no es completa. Esto puede ser debido a que el polen del androceo
   puede estar más seco de lo normal o deteriorado, la falta
   de insectos en el lugar, la lluvia que pueda lavar a la flor
   fecundada, o el riego aéreo de la planta. La utilización
   de productos fitosanitarios aunque sea en plantaciones adyacentes
   pueden deteriorar la calidad de los gametos tanto masculinos como
   femeninos y puede generar calabacines deformes, con forma de
   trompeta, la mitad –generalmente de la punta- seca, o
   incluso que se ponga amarillo aunque haya engordado.
           
   Es por eso fundamental la
   protección de las abejas en las zonas de calabacines y
   tener una especial vigilancia con los productos químicos.
   La probabilidad de que coincidan las flores de ambos sexos aumenta
   con el número de plantas, y la proximidad entre ellas
   también. Si se tienen una o dos calabacineras, y vemos que
   no coinciden las flores de ambos sexos, un truco sería
   recoger el polen con bastoncillos de algodón y reservarlo
   en un envase cerrado en el frigorífico –o incluso
   cortar la flor entera y meterla en un tupper en el frigorífico-
   hasta que salga la flor femenina. Después se puede intentar
   la polinización a mano. Es la fecundación artificial
   –casi in vitro-.







jejeje claro que no es sencillo... y además es un rollo!!! El año pasado pensaba que había una plaga que estaba en contra de los calabacines... y resultó que lo que pasaba era lo que comentas arriba... Bendita ignorancia :)
ResponderEliminarUtilizo el dibujo del dimorfismo sexual en mi blog citando la fuente. Si hay algún problema dímelo y la retiro de inmediato.
Un saludo.
preciosidades que nos ofrece la naturaleza
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