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miércoles, 8 de abril de 2015

El entresacado, una faena dolorosa.


            Y no me refiero al dolor que te produce en la espalda el cardado, el sachado o el desherbado. Nos pasamos todo el año cuidando a nuestro árbol, podando, curando, regando, y cuando ves que va dando su fruto, tienes que retirar parte de la futura cosecha. Pero ¿por qué es necesario?
            Quizá desde el punto de vista del hortelano esto se puede entender como un fallo del árbol que merma la producción. Pero la Naturaleza lleva otros ritmos y tiene otros objetivos que no son los del aprovechamiento por los humanos.

            Las plantas están genéticamente programadas para crecer y reproducirse. Cada una a su manera, y los frutales lo hacen generando frutos que contienen semillas. A más fruto más posibilidades de propagarse.

            En el fondo, una floración excesiva es síntoma de que el árbol se encuentra en optimas condiciones de humedad, nutrientes, temperatura etc. y por eso aprovecha para propagarse lo máximo posible.
          También está programado para los posibles contratiempos que surjan durante la maduración de la fruta. Muchas flores se caen, otras no llegan a fecundarse, sin contar con la cantidad que se desprende por medios mecánicos externos como la lluvia, el viento, el granizo, los pájaros e insectos, etc.

            De esta manera, dependiendo de la variedad, la prevalencia oscila entre un 1% de los olivos (es decir de cada 100 flores, sólo 1 llega a ser aceituna) y un 30% en albaricoques. 
Estos porcentajes son muy variables en función de las condiciones medioambientales e incluso de la climatología específica de la zona o el año concreto.


            El entresacado hay que realizarlo cuando la fruta es ya visible y tiene buen aspecto. No antes, porque corremos el riesgo de eliminar la fruta que el propio árbol ha elegido para madurarla, con lo que es posible que se caigan las que dejes y se reduzca la cosecha considerablemente.


            A mi no me gusta entresacar, pero considero que es muy necesario tanto para el árbol como para el aprovechamiento de la fruta. Tendremos menos cantidad de fruta pero más calidad y mas grande. Para el árbol supone mucho menos esfuerzo, con lo que la recuperación para la cosecha siguiente es más rápida, se evita la vecería y el envejecimiento prematuro del árbol.
            Dependiendo del tamaño medio que adquiera la fruta una vez madura, habrá que dejar más o menos cantidad. Por regla general, se debe dejar sólo un fruto cada 5 ó 10 cm. –cosa que no cumplo, dejo dos frutos cada 5cm. Ya cuento con que la fruta quedará más pequeña, pero me da tanta pena...-
            Hay árboles que se entresacan solos. Los naranjos, por ejemplo, llegado el momento, tiran la fruta que no van a ser capaces de alimentar. Los olivos hacen lo propio. Las cerezas no se entresacan porque es un fruto muy pequeño en comparación con la envergadura del árbol, y puede con ellas.

            Es difícil conseguir un equilibrio entre lo que le interesa al árbol y el aprovechamiento del mismo. Espero que al menos este año hayamos acertado, aunque miro al suelo y me sigue dando pena.