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martes, 18 de junio de 2013

Fecundando calabacines.


            Desde hace un par de años, tenemos dificultades para la fecundación de calabacines. En mi zona se han instalado algunas familias de abejarucos para pasar el verano que, como vimos, son esos bonitos pájaros que cazan las abejas al vuelo, no dejando que se acerquen siquiera a las flores de calabacín.

            Esto está provocando que la producción de calabacines, cada vez sea menos numerosa. Tengo sembradas unas 15 matas y de momento sólo he conseguido el polinizado manualmente. Supongo que con el tiempo saldrán más flores y la probabilidad de fecundación se multiplicará, pero hasta entonces, lo forzaremos a mano.

            Como ya comentamos, con un bastoncillo de algodón, recogemos el polen de la flor masculina. Si se pega el polen amarillo quiere decir que está aún activo. El polen se seca con facilidad, sólo dura un par de días. Si acercamos el bastoncillo y no se tizna de amarillo, quiere decir que se ha secado y no servirá para la fecundación.
            A continuación, si está abierta la flor femenina, basta con untar de polen las volutas que aparecen en el centro de la flor, con cuidado de no desprenderlas.
            Las flores se suelen abrir por la mañana temprano, apenas dan los primeros rayos de sol. Por la tarde se vuelven a cerrar, así que si se abrieron por la mañana y polinizas por la tarde, tendrás que romper los pétalos para abrirla. Si la flor no se abrió por la mañana quiere decir que no está aún receptiva, por lo que habrá que esperar al día siguiente para proceder a la manipulación.

            Y aquí el resultado, 7 días después de la polinización el calabacín tiene unos 25 cm. Un día más y lo ponemos en la plancha con un poco de sal y un chorro de aceite de oliva.