A
mi tía Leo le gustaba pasear por el campo. Cuando pequeño, después de comernos
una sardinas asadas y el pestorejo, antes del café de media tarde, nos
animaba a ir con ella a buscar espárragos... o lo que cayera.
De
ella aprendí no solo que al campo siempre hay que salir con el kit de emergencias
(una cuerda, una navaja y una bolsa de plástico, por si hubiera que recoger
espárragos, cardillos, romazas, o incluso leña), también fue la que me enseñó a
distinguir una esparraguera de una jara o un cardillo (o tagarnina) de un cardo
mariano. Nos enseñó a reconocer los berros y a no tocar ciertas plantas
urticantes o venenosas.
En
esos largos paseos con tía Leo, entre charlas y bromas, cuando se nos secaba la
boca, sin agua cerca, nos enseñó que un buen sustituto eran los tallos frescos
del hinojo. Masticarlos y tragar su jugo anisado y fresco, calmaba la sed.
El
hinojo es una hierba umbelífera que crece silvestre en los bordes de caminos,
aunque se puede sembrar. Yo lo he sembrado en mi huerta porque así crece limpio
de polvo.
Es
poco energético pero rico en hidratos de carbono y fibra. Contiene potasio,
folatos, vitamina B3 y provitamina A.
El
sabor característico que posee, es debido a un aceite esencial llamado anetol,
que le confiere un fuerte poder digestivo y carminativo.
El
hinojo es muy usado en cocina. Le va muy bien a los pescados grasos y a las
carnes. Las hojas con aspecto de plumón, muy picadas pueden ser un aliño
perfecto para las ensaladas. Los tallos se pueden hervir para consumir como
espárragos y tanto los tallos crudos pelados como las hojas muy picadas van muy
bien a los huevos escalfados.
Unos
trozos de bulbo añadidos al agua de hervir las berenjenas de Almagro,
complementado con un trozo de tallo seco insertado en la propia berenjena, les
da un sabor inigualable.
Las
semillas secas del hinojo, añadidas al vinagre en maceración, le dan un sabor muy agradable.
También se puede hacer una infusión con las semillas frescas, que además de
ser diurética tiene un sabor suave y la propiedad de aliviar los
espasmos gástricos y el malestar de estómago. Evita la flatulencia.
El
hinojo se puede emplear como delimitación de zonas, como seto, dando un tono
verde vivo a cualquier composición florar, incluido ramos de flores y macizos
vegetales.
Gracias tita Leo por tus enseñanzas.
También tú, a tu manera, has contribuido a esa transmisión oral ancestral de
los conocimientos del campo.