Durante
la tediosa faena de desherbado, me da por pensar si tanta hierba inútil en
apariencia serviría para algo más que para alimento del ganado o compostado de
la tierra. Nos esforzamos en eliminar las malas hierbas para fomento de las
buenas, las que nos interesan como alimento.
Dejando
vagar la imaginación, pienso: ¿...y si todas las hierbas fueran comestibles?.
Es evidente que eso es una quimera, pero tampoco el primer hombre que sembró
una semilla las tenía todas consigo, y al final terminó inventando la
agricultura...
Así
que mi idea era, es, intentar que el mayor número de plantas que salen
espontáneamente sean comestibles, y por eso suelo dejar que dos o tres
ejemplares de cada cosa que plante, terminen su ciclo por completo, permitiendo
que sus semillas caigan al suelo y germinen. En la mayoría de ocasiones estas
plantas no son de buena calidad, pero otras veces me sorprendo de que cada vez
y con las sucesivas siembras se vaya mejorando, como pasa con las carillas o
con el maíz de palomitas.
Pero
si no sabemos distinguir lo comestible de las malas hierbas cuando son
pequeñas, seguramente en nuestro afán de limpiar la huerta, nos cargaremos lo
comestible también.
Pues
bien, hoy os propongo un juego de agudeza visual. A ver si sois capaces de
distinguir alguna planta comestible entre estas hierbas.
Efectivamente,
está en una zona donde tengo sembradas espinacas, y tendré que buscar unas
hierbitas cuyas primeras hojas sean alargadas, y las segundas redondas. En el
centro de la imagen se puede ver una vez eliminadas las malas hierbas de
alrededor.
Pero
a poca distancia se puede distinguir otra... ¿la encontráis?
Correcto,
a la izquierda de la plantita de espinaca ha aparecido una plantita de
poleo-menta de manera muy clara. Intentaremos respetarla.
Aún
se aprecia alguna planta más. A la derecha de la plantita de espinaca hay unas
hierbas alargadas, similares a briznas. Por el análisis de la hoja –es plana- deben
ser puerros, bueno, por eso y porque al romperla huelen a puerro.
Así
que en lo que parecía una amalgama de hierbajos, nos hemos encontrado con unos
cuantos de plantones que debidamente mimados, podremos aprovechar para consumo.
Aquí
otro ejemplo. ¿Veis lo aprovechable de aquí?
En
efecto, una planta de apio.
Por
tanto, mucho ojo en las faenas de desherbado y algún consejo: hemos de aprender la apariencia de los plantones recién salidos de la semilla pues su aspecto en
ocasiones difiere notablemente de la planta adulta, y si tenemos dudas, romper la
hoja y olerla. Y quizá algún día lleguemos a conseguir el imposible de hacer
que cada vez que quitemos alguna hierba del terreno sea para comérnosla.