Hace unos meses, mi amigo Emiliano
me habló de unos tomates que había comprado en el super, de aspecto algo
negruzco pero con un sabor muy intenso. Encontrar tomates más ricos que los que
nosotros mismos sembramos me parece un reto bastante difícil pero, como no me
puedo estar quieto, me propuse intentar su cultivo.
Lo
primero informarse: me mosqueo cuando la entrada de la wiki http://es.wikipedia.org/wiki/Tomate_Kumato hace la
advertencia de que es un artículo redactado como si fuera un producto
comercial, y ciertamente, en todos los sitios donde vemos la palabra Kumato,
aparece la R de marca registrada. Que si es fruto de la investigación de muchos
años, que es un cruce de dos variedades, que no es un transgénico, a pesar de
que la empresa que lo comercializa es Syngenta la principal proveedora de
semillas tansgénicas en Europa... Al final hay que coger el toro por los
cuernos, así que me pongo manos a la obra.
Voy
a mi tienda de plantones y me dicen que no saben si su proveedor los tendrá,
pero que en caso afirmativo tendría que llevarme una bandeja con 100 plantones,
ya que serán caros y no se arriesgan a quedarse con los sobrantes.
Decido
entonces ir al super y comprar una bandejita de kumatos, y así probamos su
sabor además de sacarle las semillas e intentar la siembra. De lógica, si son
transgénicos, seguro no saldrían, si son híbridos tampoco germinará la semilla,
pero si son un cruce, tenemos alguna probabilidad de que nos salgan.
Caros,
son muy caros, 1,20 el medio kilo. Cuatro tomates de aspecto marrón verdoso,
unos 5 cm de diámetro y redonditos muy lisos. Su sabor es comparable a los que
cultivamos nosotros, sólo que para alguien que está acostumbrado a los tomates
de la tienda, el contraste de sabor es espectacular. Algo más dulces y menos
ácidos. La piel algo más dura y crujiente.
Le
saco las semillas –contienen muy pocas- y las lavo en un colador. Las seco en
papel de cocina y las pongo en el semillero. Humus de lombriz puro y los
mejores cuidados en un acuario reciclado en invernadero. El problema es que no
sé si era un poco tarde. Estábamos a primeros de mayo.
A
mediados de mayo ya había algunas plantitas que se podrían sembrar. Observo que
el nivel de fallos es muy alto, lo que me indica lo delicado de la planta, pero
en principio, germinan sin problemas.
Un
mes después tienen unos 30 cm de alto. La planta es muy esbelta, poco
ramificada, pero florece con facilidad en racimos de entre 2 y 6 flores.
A
finales de Junio tengo que tutorar las plantas porque han adquirido una altura
de 70-80 cm.
Una
semana después ya se pueden apreciar los tomates. En principio no hay
diferencia con las otras variedades que cultivo, salvo que los sépalos me parecen
más grandes de lo normal, y los tomates tienen unas líneas verdes más oscuras
entorno al pezón.
A
primeros de agosto se pueden empezar a recolectar. Se pueden apreciar algunas
diferencias según la mata.
En general han salido algo más pequeños que los
tomates de los que tomamos las semillas.
Pero la diferencia de forma según la
mata en la que estén nos indica que efectivamente se debe tratar de un cruce.
Así por tanto algunas semillas salen a sus respectivos ancestros y otras son ya
el propio cruce. Una mata incluso ha dado tomates en forma de pera, por lo que
es posible que las dos variedades cruzadas sean una de ellas el tomate “negrillo”
de Almoguera o el tomate “negro ruso” y la otra alguna de las variedades de pera (Caniles, Byelsa,
Royalty, Trujillo, etc).
Lo
cierto es que se ve que es un cultivo delicado, que necesita bastantes
cuidados. Si bien la planta es bastante resistente a las plagas, el fruto,
quizá por su alto contenido en fructosa, es una delicia para los insectos y
gusanos.
Sea
como fuera, aquí tenemos nuestro primer plato de kumatos. Una pizca de sal y un
chorrito de aceite de oliva y espolvoreado con orégano. Los he pelado y
troceado y tengo que decir que están bien buenos. Lo que no sé si merece la
pena pagar 2.40 € por kilo. Claro que en nuestra huerta resultan mucho más
baratos.
¡Ah!,
se me olvidaba. Cultivadlo sólo para consumo propio, no se os ocurra venderlos
que tienen marca registrada...