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jueves, 20 de septiembre de 2012

Umbelas

            La palabra umbela viene del latín “umbella-ae”, que significa quitasol o sombrilla, y hace referencia a una curiosa formación floral, producida al final de la vida de algunas plantas, en la que un ramillete de pequeñas florecillas se agrupan formando un paraguas donde se genera la semilla.
            Aquí la umbela de la zanahoria:

            Es tan curiosa esta forma, que ha dado nombre genérico a las plantas que la poseen; son las denominadas umbelíferas, principalmente la zanahoria, apio, perejil, hinojo, etc.
            La umbela del apio:

            Cuando aparecen en el huerto, es síntoma de que las plantas están terminando su ciclo reproductivo, y por tanto, es el momento de recoger las semillas para la siembra del próximo año.
            La del perejil.

            La de la cebolla, al igual que la del puerro, con forma de pompom.

            Otras umbelas silvestres que también crecen en los bordes de nuestros huertos, como la del hinojo:

            O como la del la zanahoria silvestre.

            Conseguir la semilla de una umbela es relativamente sencillo. Hay que esperar a que las pequeñas florecillas que la componen pierdan los pétalos. Es el momento de cortar la umbela completa y dejar secar en una caja de cartón o madera, en sitio seco y fresco. Generalmente, las semillas que contiene son minúsculas, por ejemplo, la de la zanahoria es increíblemente pequeña, por lo que casi no merece la pena separarla de las cáscaras, así que cuando esté lo suficientemente seca como para que al tocarla se desmenuce con las manos, las meteremos en una bolsa de plástico. Aunque en el caso concreto de la zanahoria, se puede sembrar en cualquier época por lo que las podemos echar directamente al terreno en cuanto estén totalmente secas.
            Para el caso de las cebollas, las semillas son algo más grandes, de color negro y prismáticas. Las limpiaremos y las guardaremos en bolsa de plástico cerrada para evitar que cojan o pierdan humedad, hasta el momento de la siembra en semillero.

Un truco del almendruco.
            Podemos disfrutar de las cebollas frescas prácticamente todo el año. Una vez recogida la cosecha, las cebollas que hayan salido defectuosas, o simplemente las que se nos retoñecen en un rincón, se pueden volver a sembrar. Es lo que llamamos cebollas escalonas.
            Cuando las volvemos a enterrar, generan una serie de brotes nuevos que si bien no llegarán a convertirse en cebollas grandes, al menos se podrán ir cogiendo como cebolletas. Los brotes están deliciosos en tortilla o revuelto.

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