Las pipas de girasol

    Cuando yo era pequeño la mejor manera -y más barata- de pasar las tardes del sábado o domingo era comprarse un paquete de pipas. Había que ver cómo se quedaba toda la acera de cáscaras húmedas por la saliva. Éramos unos guarros, ya lo sé, pero mejor eso que el botellón ¿no?. Ahora las venden peladas, pero aunque nos ahorran el trabajo, no es lo mismo.
    Las pipas son un aperitivo excepcional. No conozco a nadie que no les gusten. Hasta los críos pequeños tienen curiosidad por comerlas, a pesar de que se atraganten.
    Y sin embargo, son un alimento muy completo. Ahora se están descubriendo grandes propiedades de las pipas -al igual que de muchos otros frutos secos-. Sus ácidos grasos nos previenen de sufrir problemas circulatorios, infartos y problemas cardiovasculares. El alto contenido en potasio, magnesio y fósforo la hacen adecuada tanto para los deportistas como para los estudiantes. La vitamina E, nos cuida la piel, como gran antioxidante que es. El calcio que contienen podría sustituir a la leche en personas que no puedan tomarla, y son muy recomendables para las personas con osteoporosis.
    El girasol es proveniente de América, donde se cultivó para alimentación desde hacía unos 3000 años. Fueron introducidos en Europa por los colonizadores españoles, al principio como planta ornamental, pero en el siglo XIX empezó a explotarse industrialmente el aceite que producen.
    Las pipas se siembran directamente al terreno. Se pueden conseguir en las pajarerías, pues las venden crudas como comida de pájaros (Loros y cacatúas). A mediados o finales de marzo, y unos 20 días después estarán así:

    Es una planta de secano, pues sus raíces son capaces de explorar el suelo en busca del más mínimo resquicio de agua. Cuando se riegan, las raíces se distribuyen en sentido horizontal, y la planta se desarrolla muy rápidamente, proporcionando un receptáculo floral, o capítulo enorme.

    El capítulo contiene entre 700 y 6000 flores. Es decir, lo que vemos como una margarita gigante es el capítulo y las pipas serán cada una de las flores que contiene.

    El capítulo puede ser plano, cóncavo o convexo y el diámetro puede variar entre 10 y 40 cm. La peculiaridad del girasol es eso: que gira. Va buscando el sol orientando el capítulo hacia el naciente por la mañana y moviéndose hacia el poniente. Por la noche vuelve a mirar hacia el naciente para recibir los primeros rayos de la mañana. Parece que están vivos, pero cuando crecen mucho el peso del capítulo les impide moverse, y terminan inclinandose hacia abajo.
    Los pétalos exteriores del capítulo (amarillos) son estériles, y sirven para atraer a los insectos y que puedan polinizar a las flores que están insertadas en el. Estas flores están formadas por un ovario inferior, dos sépalos, una corola en forma de tubo compuesta por cinco pétalos y cinco anteras unidas a la base del tubo de la corola.
    Cuando las flores están fecundadas, las pipas (aquenios) comienzan a engordar, la corola se seca y se cae. La planta empieza a secarse, y es el momento de cortarla. Aquí un girasol casi para cortar:

 
    Después de esto queda el trabajo de desgranado. A mano, es muy entretenido, pues tendremos que ir eliminando las pipas no fecundadas (están vanas).
    Se pueden consumir crudas, tal cual -a mucha gente es como únicamente les gustan- o salarlas y tostarlas. Yo las preparo metiéndolas una noche en agua con sal. A la mañana siguiente las escurro, las meto en una bolsa de red y las pongo al sol. En 2-3 días se ponen crujientes y ligeramente saladas. Si se tuestan en un horno doméstico se merman y quedan muy pequeñas.

    Ahora solo falta una buena peli con un refresco (lease cubata, birra o tintito de verano).

28/07/2011 13:31