Pepinos

    Ya empiezan los pepinos, preludio del veranito. De la familia de las cucurbitáceas, como el melón, la sandía, la calabaza, el calabacín, etc. y originario de la India, ha sido cultivado históricamente por todos los pueblos del Mediterráneo. Muy apreciado por egipcios y romanos, porque ya entonces eran conscientes de su valor terapéutico.
    Al pepino no se le pueden pedir propiedades como mineralizante, porque casi no contiene (algo de potasio, fósforo y magnesio), pero a cambio su contenido en agua (95%) y en fibra lo hacen muy atractivo para las dietas de adelgazamiento. Muy pocas calorías y algo de vitamina C, provitamina A y vitamina B. La vitamina E y los aceites esenciales que contiene, lo hacen muy apropiado para los tratamientos del cutis y un extraordinario remedio para los problemas de piel (quemaduras por el sol, dermatitis, congelación, acné, etc.) fabricando emplastos con pepino triturado.
    El cultivo del pepino se inicia en semillero, en torno a marzo, pasándolo al terreno definitivo cuando los plantones tienen unos 7 cm (finales de abril). Se colocan en hileras cada 30-40cm, teniéndo en cuenta que habrá que atarlos para elevarlos lo más posible del suelo (la planta desarrolla unos rizomas que les permite actuar como una enredadera) y evitar que se pudran con el agua de los riegos, que no les puede faltar. Acusan inmediatamete la falta de riego, deteniendo el crecimiento del pepino y secando la mata que queda irrecuperable.

    Su consumo está muy ligado al verano, rehidratando el organismo y como acompañamiento en picadillo de tomate y gazpachos, aunque como mejor se le saca el sabor es consumiéndolo sólo con un poco de sal (muy poca para que no interfiera en su poder depurativo y diurético).
    Se conservan con facilidad en el frigorífico un par de semanas en el cajón de las verduras, sin bolsa de plástico. No toleran la congelación. También se pueden conservar por algo más de tiempo si se meten en un recipiente de cristal con agua fría colocándolos verticalmente con el tallo hacia abajo, pero lo mejor es consumirlos recién cortados.

    Un chascarrillo: En la antigüedad se usaba el pepino como purgante para eliminar los gusanos intestinales y la tenia. Se machacaban las semillas y se mezclaban con azúcar, tomándolo en ayunas. También era un remedio contra el dolor de barriga el aguardiente de pepino, (sólo consistía en dejar macerar en aguardiente un pepino dentro de una botella). De pequeño tenía curiosidad de cómo se metía un pepino entero en una botella de cristal. Es fácil. Se mete cuando es un pepino pequeño, recien caidos los pétalos de la flor, y se deja la botella a la sombra de la mata, dajándolo que engorde dentro.

17/05/2011 14:06